La próxima ola de regulaciones de informes ESG: ¿Cómo deben prepararse las empresas?
El objetivo es mostrar datos ESG que puedan resistir el escrutinio no solo de los reguladores, sino de todas las partes interesadas que los utilizarán para hacer comparaciones entre empresas de la misma manera que lo hacen con los datos financieros en la actualidad. El momento de tomar acción es ahora.
En 2023, las presiones sobre las empresas para hacer un mejor trabajo al informar sobre los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) que enfrentan solo se volverán más severas. ESG se basa en disciplinas existentes, como las preocupaciones ambientales y laborales, el cumplimiento normativo, la ética comercial, la gestión de riesgos empresariales y el gobierno corporativo, y destaca si las empresas los están incorporando de manera efectiva en sus estrategias comerciales.
El momento de prepararse para una planificación cuidadosa para asumir estas nuevas responsabilidades es ahora, en lugar de esperar a que lleguen los plazos legales.
La urgencia de informar con precisión en contra de estas regulaciones se siente en todo el mundo. En Europa, la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que se aplicará a las empresas más grandes para 2024, exige que las empresas hagan que sus informes no financieros sean tan sólidos y rigurosos como sus divulgaciones financieras.
La Directiva de Diligencia Debida de Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) de la UE, que aún no se ha finalizado, ampliará la presentación de informes a toda la cadena de valor de una empresa, basándose en requisitos similares que ya existen en Alemania, Noruega y el Reino Unido.
Responsabilidad de soporte de procesos ESG
En otras palabras, las empresas deberán monitorear, no solo lo que sucede dentro de sus cuatro paredes, sino también las prácticas ESG de las empresas con las que hacen negocios, ya sea el uso de trabajo forzoso en las instalaciones de un proveedor, prácticas de abastecimiento ilegal o tratos inapropiados con funcionarios del gobierno.
A medida que ESG continúa ganando terreno en el ecosistema financiero, hay un mayor énfasis en los riesgos ambientales, con el cambio climático a la vanguardia. Los riesgos sociales, como las prácticas laborales, los derechos humanos, la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) y la seguridad de los productos, también son áreas de preocupación importantes y crecientes.
Lo que a veces tiende a pasar desapercibido es la pieza «G» de ESG, que incorpora cuestiones regulatorias y de cumplimiento que van desde la lucha contra el soborno y la corrupción hasta el gobierno corporativo, la ética comercial, la responsabilidad y la garantía.
Los problemas de privacidad, protección de datos y ciberseguridad, que abarcan los pilares S y G, están evolucionando rápidamente con regulaciones integrales de privacidad y protección de datos que ya existen en más de 140 países y territorios y 6 estados de EE. UU., y leyes de notificación de violación de datos en los 50 estados de EE. UU..
Con el aumento de tecnologías novedosas, como la inteligencia artificial generativa (IA), se proponen nuevas regulaciones de datos, mientras que también proliferan nuevas interpretaciones y una mayor aplicación de las regulaciones de privacidad existentes.
Si bien los reguladores de privacidad y protección de datos y otros encargados de hacer cumplir las normas en todo el mundo esperan ver programas responsables, la amplitud de los problemas de privacidad y protección de datos que afectan la resiliencia y la sostenibilidad de las empresas acaba de comenzar a ser reportada por muchas empresas.
El incumplimiento de estas responsabilidades expondrá a las empresas a riesgos legales, financieros y reputacionales. La clave aquí es que las empresas tengan visión de futuro y comprendan que la sostenibilidad es sinónimo de generar valor para los inversores y demostrar confianza a otras partes interesadas.
En otras palabras, no es solo lo correcto, sino lo inteligente. Los informes ESG transparentes ayudan a fomentar la buena voluntad con las partes interesadas, incluidos empleados, inversores y clientes.
Aumento de la visibilidad de los informes ESG
Dun & Bradstreet ha estado capacitando a nuestros clientes para que se apoyen en soluciones para mitigar los riesgos y adoptar soluciones basadas en datos.
Existen algunos enfoques tácticos que las empresas pueden adoptar para aumentar la visibilidad del proceso de presentación de informes:
Rompe los silos.
Debido a que la amplitud de las regulaciones ESG es tan amplia, la responsabilidad de manejarlas recae en muchos departamentos diferentes dentro de una organización. Los riesgos ambientales pueden ser manejados por un grupo. Los riesgos de seguridad cibernética y de datos pueden ser responsabilidad de otro, y los riesgos regulatorios, de cumplimiento y otros riesgos legales aún otros.
La clave para planificar eficazmente la confluencia de disciplinas que contribuyen a la elaboración de informes ESG efectivos es adoptar una visión más holística, mirando todo a través de una lente, no una serie de lentes separadas. Los líderes deben pensar en ello como un enfoque multifuncional. Hacer que este enfoque funcione también requiere abordar estos problemas regulatorios desde el principio, no tratarlos como una ocurrencia tardía.
Establecer prioridades claras.
No todos los riesgos son iguales y es importante determinar cuáles son los más importantes, no solo para la empresa, sino también para la variedad de reguladores que evaluarán sus informes. Al manejar primero los problemas más importantes, aprenderá lecciones que facilitarán el abordaje de riesgos menos apremiantes. También puede descubrir hilos comunes que se aplican a las empresas a lo largo de la cadena de suministro.
Fortalezca su mantenimiento de registros e informes.
Cree un conjunto de divulgaciones que cuenten una historia clara y cohesiva tanto para los reguladores como para las partes interesadas. Eso significa encontrar proveedores confiables de datos de calidad, otros informes y divulgaciones, y tener sistemas de información que puedan unir todas las piezas.
Cumplir con estos nuevos desafíos requiere una planificación estratégica, un replanteamiento y una reorganización para alinear actividades dispares, así como consideraciones sobre las necesidades tecnológicas tanto para gestionar las obligaciones ESG como para informar sobre ellas. Pero el trabajo debe hacerse, no solo para cumplir con las regulaciones, sino también para construir el tipo de sistema de informes transparente que las empresas fuertes querrán tener en el futuro.
El objetivo es mostrar datos ESG que puedan resistir el escrutinio no solo de los reguladores, sino de todas las partes interesadas que los utilizarán para hacer comparaciones entre empresas de la misma manera que lo hacen con los datos financieros en la actualidad. El momento de tomar acción es ahora.