El comerciante de petróleo de Singapur OK Lim, que alguna vez fue un actor líder en el activo sector del comercio de combustibles de la ciudad, ha sido declarado en quiebra después de aceptar una sentencia judicial multimillonaria a favor de los acreedores de su antigua empresa.

Lim y sus hijos, Evan Lim Chee Meng y Lim Huey Ching, deben en conjunto 3.500 millones de dólares en relación con el colapso de Hin Leong Trading, la empresa de corretaje de energía y transporte marítimo de la familia. Hin Leong operó con pérdidas durante años y, para llenar el vacío, Lim hizo que uno de sus ejecutivos creara órdenes de venta falsas para solicitar financiamiento de cuentas por cobrar a sus banqueros. El plan fraudulento colapsó en 2020 después de que una gran apuesta comercial fracasara y la empresa quebró rápidamente.

Los banqueros de Hin Leong perdieron miles de millones en la deuda no garantizada de la compañía, lo que convirtió el plan en uno de los mayores fraudes de financiación comercial jamás cometidos en Singapur. Para recuperar sus pérdidas, los acreedores tomaron el control de Hin Leong y vendieron la flota de petroleros de la empresa, sus bienes inmuebles y otros activos. Desde entonces, la familia de OK Lim se ha enfrentado a una serie de acciones legales.

En septiembre, Lim y sus hijos acordaron pagar una sentencia judicial solicitada por los acreedores de Hin Leong, que querían responsabilizar a la familia por el saldo de la deuda no garantizada de la empresa. Sin admitir culpa, Lim consintió en resolver el asunto por 3.500 millones de dólares, acortando un juicio civil antes del comienzo del testimonio. Sin embargo, la familia admitió que no tenían recursos para pagar el monto total. Se declararon formalmente en quiebra a finales de diciembre y sus activos ahora serán administrados por un síndico.

OK Lim también fue procesado por cargos penales por el fraude de Hin Leong y recibió una dura sentencia. En mayo de 2024, fue declarado culpable de tres cargos de trampa y falsificación (de una acusación inicial de 130 cargos). Seis meses después, el juez Toh Han Li de los tribunales estatales de Singapur condenó a Lim, de 82 años, a 17,5 años de prisión. Lim está apelando el veredicto y no cumplirá condena hasta que se complete el proceso de apelación.